Siempre se debe preservar el estado del hormigón, ya que es un material al cual se le debe dar cuidado, por ello es de suma importancia comprender todo en torno a la vibración del mismo, sobre todo para entender que se consigue con esta implementación, lo que sin duda será determinante en el medio de la construcción y remodelación.
Se trata básicamente de ejercer los pasos necesarios para los resultados en base de este material, porque la idea fundamental de todo es que quede bien, en cuanto a la funcionalidad del hormigón, por ello hay que conocer todo al respecto y la razón por la que se debe hacer.
¿Qué es la vibración del hormigón?
Este proceso se basa en que el hormigón fresco, posteriormente de ser vertido a través de encofrado, sometiéndose a vibraciones eléctricas producidas por aparatos eléctricos o en forma de presión utilizando aire comprimido, se denominan como vibradores o apisonadores, con la función de sacar el aire atrapado.
Se busca extinguir cualquier vacío existente entre el concreto para que la compactación sea exitosa, además de que es un proceso sumamente fácil, puede ser a través de vibración interna y vibración externa, básicamente es poder crear movimiento dentro de la misma para que quede mucho mejor compactada.
Representa una técnica de cuidado para el hormigón, para que pueda ser un material óptimo por mucho más tiempo, muchas veces se omiten estos pasos pero en realidad realizar esta práctica es fundamental, por el vibrado de hormigón comprende una compactación eficaz usando los métodos más adecuados para ello.
¿Por qué debemos realizar un buen vibrado de hormigón?
Utilizar el hormigón siempre hace referencia a una superficie con características rígidas y resistentes, pero más allá de esa imagen rústica, es un material que se debe manipular con cuidado y delicadeza, durante su ejecución, hasta los cuidados posteriores que perfeccionan su resultado final, para que este pueda ser duradero.
Lo primero que se debe verificar al momento de verter un hormigón es observar si es conveniente ese nivel de dureza, analizar qué tan bien integradas se encuentran las armaduras, y preguntarse si todo el tiempo va a lucir así de fuerte como recién hecho, la importancia de realizar un buen vibrado de hormigón se basa en el compactado para mayor resistencia.
Los resultados al no realizar esta técnica en el futuro se pueden presentar o manifestar grietas, a la misma vez fisuras, se presenta también la corrosión de las columnas compuestas por metal, se pierde la principal fortaleza del hormigón la cual es precisamente la resistencia, lo que traerá por consecuencia que no sea duradero.
¿Cuál es el objetivo de la vibración del hormigón?
La entrada del aire dentro del concreto es inevitable, ya que la mezcla se vierte en baldes, o por medio del camión, sucede este fenómeno, por lo que esto se queda atrapado en la mezcla misma, por lo que el objetivo de esto reside en hacer que suba o se desplace hasta la superficie, para poder deshacerse de ello, gracias a la vibración del hormigón.
Durante esta técnica puede verse comprometido y vulnerado la integridad del hormigón como tal, por lo que el compactado es un paso elemental, otro aspecto que logra este proceso es unir hasta reorganizarse los componentes de la mezcla, tales como arena, agua, cementos, gravas, que pueden ser de diferentes tamaños, por el movimientos de partículas.
La idea es tapar los huecos e irlos rellenando, para evitar que queden algunos espacios no deseados capaces de estropear el resultado final, los cuales pueden visualizarse en las barras que se encuentran muy juntas, o en formas obtusas de encofrado, más que todo en las esquinas, se debe supervisar todo el proceso.
Consejos para una buena vibración del hormigón
Este proceso es sumamente importante realizar la vibración del hormigón, de una manera eficiente, para que no se le reste propiedades ni beneficios al hormigón, por lo que se deben tomar en cuenta todas las recomendaciones respectivas, hay que seguir lo más apegado posible estos consejos para que todo salga de la mejor manera, los cuales son:
- La introducción del dispositivo vibrante a utilizar, se debe hacer de manera vertical, sin detenerse, la idea es poder alcanzar una profundidad amplia, según convenga al tipo de superficie con la que se esté trabajando, luego el retiro de esta herramienta debe hacerse lento, en sentido inclinado, para evitar dejar un rastro de salida del mismo.
- El tiempo de ejecutar el mismo sobre la mesa, no es recomendable que exceda más de 15 segundos, lo cual se debe reiterar a lo largo del proceso, sin guardar mucho tiempo entre cada una de las aplicaciones que se realicen, debe ser algo continuo sin retrasarse ni mucho menos.
- Otro punto crucial es estar informado sobre el radio de acción de este elemento, es decir saber lo recomendable según su fabricante, ya que según la herramienta que se empleé para la vibración del hormigón puede variar el modo en el que actúa, para no hacer algo fuera de lo recomendado según el elemento a causar el movimiento en la mezcla.
- Se debe incluir como una punción con la aguja con la profundidad necesaria para alcanzar a la tongada vertida, es decir que todo debe realizar en la proporción indicada, ni sobre pasarse ni quedarse corto de profundidad, porque afecta su efectividad.
- Durante el uso del dispositivo vibrante de tu preferencia, se debe pasar por las esquinas, hasta cubrir todos los huecos posibles, es decir un alcance completo, con el propósito de un mayor acoplamiento, a todas las formas presentes, lo importante es que exista suficiente movimiento dentro de la mezcla del hormigón, para sacar el aire.
- En caso de que se quiera disminuir los cúmulos de hormigón, se debe ir pinchando alrededor del mismo, hasta que se logre repartir el material, otra cosa es contar con un dispositivo vibrante de repuesto, ya que si durante la aplicación se daña o sufre alguna falla, se interrumpe el proceso y por supuesto a futuro se verá reflejado en grietas y fisuras.
Lo importante de este proceso es poder preservar el mantenimiento óptimo del hormigón, ya que no basta solamente con mezclarlo y verter, ya que se pasa por alto a todo lo que se expone dicho material durante su mezcla, lo cual va a repercutir directamente sobre la obra o estructura que se esté implementando.