La durabilidad en la construcción sostenible
Uno de los aspectos que más hace destacar al hormigón como material de construcción es su durabilidad. En este artículo hablaremos de la relación directa entre durabilidad, las cualidades del hormigón y la construcción enfocada en la sostenibilidad.
¿Cómo saber que un elemento constructivo es duradero?
La durabilidad es la capacidad que tiene el elemento para soportar durante toda su vida útil las condiciones físicas y químicas a las que se encuentre expuesto y que podrían afectar y provocar su degradación.
Cuando se quiere mencionar un aspecto destacado del hormigón (de los muchos que posee), la durabilidad es muchas veces uno de los primeros atributos a los que se suele hacer mención; y un ejemplo de ello, son las obras de ingeniería ejecutadas en la época del Imperio Romano que todavía al día de hoy se mantienen en pie.
Sin embargo, echar la vista atrás sobre lo ya construido no deja de ser un reflejo de lo que era la tecnología en el pasado, porque ni los materiales, ni las técnicas disponibles, ni el conocimiento son los mismos ahora, así como la experiencia, aunque todo pueda servir de ejemplo para demostrar la mayor durabilidad que por lo general ofrece el hormigón como material de construcción más universal, frente a otras alternativas.
Si se desea profundizar en cómo actualmente potenciar aún más la durabilidad del hormigón, es probable que la opción prefabricada nos ofrezca mayores garantías, ya que al ser un producto industrial tiene mayor control y aseguramiento de calidad.
¿Cómo se logra una construcción sostenible?
Una construcción que pretenda ser sostenible debe tener en cuenta las emisiones ambientales, la reciclabilidad, la eficiencia energética y la durabilidad.
¿Por qué es importante la durabilidad para la construcción sostenible?
Porque podría afirmarse que no existe una construcción sostenible si esta no es duradera. Cualquier infraestructura que se desea tenga el enfoque de sostenibilidad debe garantizar que mantendrá sus prestaciones encima de unos determinados valores durante al menos el periodo de vida útil que se haya establecido reglamentariamente.
Análisis de la durabilidad desde las tres dimensiones de la sostenibilidad
Medioambiental: soluciones eficaces a largo plazo que suponen la preservación de los recursos naturales, una reducción de los impactos, ahorro de energía y una mejora del potencial de extracción de los recursos disponibles.
Social: una vida prolongada de las construcciones implica que haya menos perturbaciones a los ciudadanos (infraestructuras inhabilitadas temporalmente y el ruido o polvo que pueda generarse durante el periodo de reparación).
Económica: los costos iniciales se armonizan en un periodo de tiempo más largo . Menor mantenimiento (reducción de costos).
En el caso del hormigón y especialmente de las estructuras como esqueleto resistente de las construcciones, se puede asegurar que la durabilidad es una de sus características más ensayadas e investigadas (y de las que también se ha aprendido cuando se han cometido errores) y que probablemente no tienen parangón en ningún otro material o técnica constructiva en cuanto a su profundidad reglamentaria.
La durabilidad del hormigón, especialmente la de los elementos de hormigón armado, no está garantizada sin más, aunque las exigencias reglamentarias permiten cumplir con la vida útil que se exige para las construcciones donde se empleen. Hay que distinguir claramente cómo se debe afrontar el requisito de la durabilidad de los elementos armados y/o pretensados (normalmente los productos de hormigón destinados a estructuras de cualquier tipo de construcción), frente a los elementos de hormigón en masa (elementos sin requerimientos estructurales importantes). Y esto es porque la durabilidad de un elemento de hormigón armado queda condicionada fundamentalmente a la protección de las armaduras embebidas en el hormigón.
Factores que aseguran la durabilidad del hormigón en la construcción sostenible
Lograr a priori la máxima extensión de la vida útil de un elemento de hormigón, especialmente aquellos armados, va a depender de distintos factores: empezando por fabricar correctamente los elementos de hormigón, un buen diseño que minimice la afección de los agentes ambientales sobre el hormigón, un adecuado mantenimiento preventivo o incluso, una monitorización de las estructuras que permita detectar anticipadamente cualquier patología y actuar a tiempo de solucionar; aspectos que por lo general quedan lejos de la capacidad de actuación del fabricante de elementos de hormigón, pero que no por ello debería desconocerlos.